Literature
Escena de un vuelo camino a casa (Mclennon).
El peso extra en mi hombro me despertó, se había sentido como un suave puñetazo que se negaba a liberarme. En mi estado soñoliento razonar no era sencillo, pero aún podía saber que era él. John, mi John. Adormilado, abrí los ojos; encontré el avión casi hundido en la penumbra total, las dos series de pequeñas luces amarillentas que señalaban el camino hacia el baño y la cabina del piloto brindaban el único destello de luz. Miré a los asientos, los conocidos bultos acurrucados indicaban que la hora de dormir había llegado para todos, observé con mayor atenci